martes, 5 de abril de 2011

EXCURSION A LAS FUENTES DEL PEQUEÑO NILO (I)


Las fuentes, los orígenes, han sido siempre objeto de búsqueda. ¿Dónde nacen las cosas? ¿Qué magia tienen esos lugares, que atraen a los exploradores, a los buscadores? Yo lo sé: es la magia de la pureza, del principio, de lo primigenio.

Por mis narices que tenemos que encontrar sí o sí una fuente, un curso de agua algo estable por esta zona. Como me llamo Robin d´Ebre. Así que esta mañana hemos iniciado la búsqueda de las fuentes de un río imaginario e hipotético, que de momento sólo existe en nuestra mente, como aquellas míticas fuentes del Nilo que fueron el sueño de tantos buscadores de pasados siglos...por eso, al río que encontremos le llamaremos Pequeño Nilo, o Nilín, entre nosotros, con permiso de los habitantes de la comarca, que seguramente se troncharán de risa, porque se llamará riera de tal o de cual, de lo más sencillo. Pero bueno, ya sabéis que soy algo dada a la grandeza de glorias pasadas. Empieza la búsqueda de las fuentes del Nilín.

Como por nuestro barranco no vemos rastros de agua, aparte de los charcos de la lluvia, vamos a dirigirnos a la vertiente de Vinebre, el municipio vecino, con el cual nuestra finca es frontera. De momento, Cástor y Póllux nos han ofrecido una muestra de que, además de espeleólogos, son alpinistas. Suben por los márgenes como si alas tuvieran. ¿A dónde nos llevará la aventura?

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