jueves, 14 de abril de 2011

ESPINACAS CON BECHAMEL


Deliciosas...mmmm...sólo se necesita harina, leche y una puntita de pimienta y sal, para elaborar la salsa que abrazará amorosamente a nuestras espinacas. Espinacas firmes y sabrosas, porque al no estar la tierra saturada de nitratos, no tienen la necesidad de absorber agua a destajo, para compensar su delicado equilibrio iónico...son pues todo sabor y rusticidad.

Aunque éste es el plato de mi marido, donde la criatura pretende disfrazar la presencia de la deliciosa quenopodiácea hortícola con kilos de salsa. Pero bueno...se lo dejaremos pasar. Mi plato era más verde, porque tenía más espinacas. Con un chorrito de aceite por encima, y unos trocitos de pan tostado al horno, crujiente, para ir rebañando el plato y colocando encima la amorosa ligazón de glúcidos y fibra, podemos decir que hemos tocado el cielo...

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